viernes, 5 de abril de 2019

Ahora pongo lavadoras

Después de ir a por el niño estudio un poco

porque hay que estudiar
hasta que revientes.

Me lo preguntó el otro día: mamá, ¿hasta cuándo hay que ir al cole?¿hasta que me muera?

Creo que te dejan parar un poco antes.

Luego la merienda. Una lavadora.
Le engaño para que crea que juego con él
pero estoy recogiendo la ropa
tendida. Aun no está seca del todo.
Empiezo a hacer la cena. Lo meto en la bañera. Cuelgo la ropa de la lavadora.

el caso es que quede todo bien limpio


                                                               me empieza a doler


dejo la ropa a medias,
aun quedan los calcetines
y las bragas,

pero ya no puedo más

venga
ya solo quedan
los calcetines
y las bragas

busco una canción en spotify, no sé cuál, una que me haga cantar

Me acuerdo de cuando me pasaba las tardes escuchando música.
Me acuerdo de cuando era libre y pobre y escapaba de la libertad y la pobreza.

No vivía.

Porque pensaba que vivir era otra cosa.
No era leer ni estar en casa escuchando música.
Eso es meter la cabeza en un agujero.

Hay que barrer la cocina.
El fregadero está lleno.

Meto el tomate que sobra en un bote
con aceite por encima

para que no se estropee.

Limpio la mesa.

El niño se va a dormir y pide un cuento.
Sus cuentos son realidad,
no agujero.

Me acuerdo hoy
entre las bragas y los calcetines
de todo lo que decían las canciones
del caso que les hice a las canciones.

No sabía cómo ser

y salía a la calle con mi dudoso yo
aparentando que era claro y fuerte
para que alguien lo cogiese,

lo quisiese.