viernes, 24 de mayo de 2019

Presentación en el taller de escritura


El otro día no dije en alto todo lo que estaba escrito en mi libreta.
Lo escribí y me lo callé.

De pequeña tenía un diario. En la primera página decía: ¡NO LEER!

Y ahora estoy aquí.

A los 18 dejé el diario y me quedé solo con los poemas (pero hacían las veces de diario).

Escribí sobre mis deseos y mis miedos.
Escribí sobre novios y besos.
Escribí sobre no tener trabajo.

Y después no escribí sobre las ganas de ser madre.
No escribí sobre las pérdidas.
No escribí sobre la sensación de tener un alien dentro de mí.
No escribí sobre cómo me sacaron al alien mientras me ataban a la mesa con los brazos en cruz.

No escribí sobre la cicatriz tan perfecta que apenas se nota.

Porque escribir no iba a hacer que los ginecólogos fuesen amables,
no iba a impedir que abortase de nuevo,
no iba a hacer que el niño se callase.

Me gustaría contar todo aquello.

Pero no sé cómo hacerlo.

No sé cómo contarlo y reírme.

domingo, 19 de mayo de 2019

ESTO ES TODO Y ES EL ÚLTIMO TREN




 L'amour existe (Maurice Pialat, 1960)


Para escribir este texto sobre mí me he documentado. Y he mirado al cielo el domingo por la tarde. Al trozo de cielo que me corresponde.

Hace días pensé: amo el pasado, viajo en un tren antiguo. No sé qué quería decir con lo del tren.

He leído algunas cosas de Raúl Zurita y de Gottfried Benn.

Raúl Zurita escribió una vez un poema en el cielo con 5 aviones. Raúl Zurita fue torturado cuando tenía 20 años. Raúl Zurita publicó un libro titulado Zurita. Se lo dedica a Paulina Wendt, su cuarta mujer.

De Gottfried Benn no sé nada. Gottfried Benn escribió: “eres tan blanca, se piensa que caerás en copos.”

Hoy se registra la mayor cantidad de CO2 en el aire desde hace ochocientos mil años.

Yo no he sido torturada, no he publicado un libro titulado Cernadas, no he tenido cuatro mujeres ni una.
Soy más bien como Gottfried Benn, del que no sé nada.

jueves, 9 de mayo de 2019

Ella también vive en Canadá


Acabo de editar los últimos tres poemas del blog y he borrado el último verso de cada uno. ¿Qué me pasa? si se me daba genial acabar los poemas...
Pues resulta que ahora no me gustan mis finales, porque son demasiado dramáticos o porque dicen más de lo que deberían. Ahora me gusta pararme "una estación antes de lo desconocido". 

Pero no os preocupéis por los finales, los he reciclado como títulos. (Aquí no se tira nada.)

Aparte de esto la parte de atrás de este blog me dice que me leen mucho desde Canadá. ¿Quién será? ¡Manifiéstate! Me hace gracia porque una de las poetas más grandes de todos los tiempos también vive en Canadá, o eso pone en la solapa de La belleza del marido, y no sé de ella absolutamente nada más. Cuando fantaseo con mi primer libro publicado imagino la solapa en la que dice eso también: "Verónica Cernadas vive en Canadá".

También puede ser que en alguna escuela canadiense les estén mandando leer a alguno de mis poetas favoritos, como Peru Saiz Prez, que sigue liderando las visitas que no se deben a mis poemitas, o quizá Rachel Zucker, de la que he leído solo un poema increíblemente precioso y aterrador, y que tuve que incluir en mi exigua antología.

¿Y por qué seguiré soñando con un libro en papel si aquí dice que tengo lectores por todo el mundo? Y por cierto, ¿cuál será esa región desconocida que aparece en la estadística? Incluso a google se le escapan cosas...



lunes, 6 de mayo de 2019

Esto es ridículo

Uno de los dos dijo me gustas mucho
y el otro respondió
que yo también
porque salía más fácil.

Instauramos algo.

Ahora no hablamos de estas cosas
ahora hablamos de qué colegio escoger para el niño
o qué comida sana y rápida haremos para cenar
sobre todo rápida.

Ahora somos serios y esto es ridículo.

Ahora resulta que eres mi chico
mi pareja
su padre
a veces mi marido
pero no

porque nunca nos hemos casado

y sin embargo un día cambiamos de nombre.

Ya no eres mi novio.

Hoy te pregunto
porque a veces no soy seria
y porque tengo que hacer un ejercicio para el taller de escritura.

Hoy te pregunto
porque las palabras son importantes.

Y no eres capaz de decirme qué somos.

Pero me cuentas un chiste.