Hoy he tenido tiempo para pensar.
Ayer fuimos a Orense.
En el autobús nos sentamos con G.
Rodeando a G.
Jugamos a la carta más baja, a la pocha, al asesino.
Él me decía todo el tiempo
que yo era una tramposa.
Creo que empieza a gustarme un poco.
En el área de servicio arranqué un trozo de geranio
y se lo di.
Me miró extrañado, todo era un poco de broma,
pero no del todo.
Me miró,
nos miramos muchas veces
(por lo del asesino).
Él tiene unos ojos preciosos.
Que me seleccionaran
para jugar en el
sub-16...
bah, un pequeño detalle
como con Iker y Sara
el amor resultó ser
más excitante
emocionante
y brillante
que todo lo demás.
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