Pero necesito escribir. Sobre todo necesito teclear.
Escribo palabras de otros.
Escribo un libro en mi cabeza.
Es más rápido que con el teclado.
No me importa olvidarlo.
No creo que tenga mucha importancia.
Me acuerdo de algo de lo de ayer.
Ayer dije, pensé, escribí.
Dónde dejé la consciencia.
Septiembre es despertarse de golpe.
Desconcertada y culpable.
Tengo esta edad, estoy en esta situación.
He evolucionado.
Y al mismo tiempo no.
A ver, qué hay que hacer ahora, qué hay que pensar.
Me tomo un café en mi taza de flores y busco música rara, tristísima, en Spotify.
Es necesario irse, cuidarse.
3 comentarios:
Está saliendo en tus poemas la idea de un libro. Y qué ganas me dejás de leerlo.
Tenés razón. Teclear, escribir... A veces hace falta teclear y ya, eso es todo. Si sale escritura, mejor.
Un beso grande.
Ojalá.
Beso.
Me gusta lo que cuentas y la naturaliad como lo haces. Te he leido en el nuevo blog de las críticas y me interesó.
Te enlazo a mi blog para seguirte un tiempo.
Bs.
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