lunes, 2 de agosto de 2010

¡qué monada!

dos días fuera del mundo
y ya no sé cómo pensar
ya no sé cómo soy
ni qué apariencia tengo
aquí no hay espejos
me miro en los cristales
no me importa

qué felicidad llevar ropa de hace quince años
sentirte como de quince años
pero sin complejos
caminar como un chico por las corredoiras
con las manos en los bolsillos
el teléfono en el bolsillo
buscando el punto exacto
donde poder hablar contigo
parándome con los vecinos
esa especie en extinción

pienso en la forma en que se me ocurren las cosas
van apareciendo poco a poco
busco una forma de decirlas
en el pequeño catálogo de mi cabeza
donde a veces encuentro algo raro
y eso me pone exultante
hoy no tengo papel donde escribir
y también soy feliz
sólo pensando

mi yo camuflado
y lleno de verde
explota
con disimulo

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