Me voy a un parque y me siento encima de un hueso de melocotón.
Me acuerdo de un chico con el que vine a este sitio.
Yo entonces escribía cosas tontas y de él llegué a decir que "tiene un nombre extraño que me acaricia la boca".
Y es verdad, cuando dices su nombre, la lengua recorre todo el cielo de la boca.
Su lengua y yo también hicimos cosas en mi boca.
Era 19 de marzo.
La gente se iba a sus casas a celebrar el día del padre.
Pero no teníamos padre.
Sí teníamos nombres
extraños o no
y ganas
de que alguien los dijese.
Abro as fiestras e tamén falan de nomes e linguas.
Pasa unha parella de rapaces novos.
Ela di: ¿por qué non querías ir comigo?
A ver, explícamo.
Si, veña, explícallo.
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