lunes, 15 de marzo de 2010

La evolución en verso (poema favorito 16)




(...)
Veinte billones de años atrás,
en el originario caldo de la sabiduría
más allá de la comprensión y de lo descriptible,
algo carente de sustancia se movió ligeramente,
y se convirtió en algo impalpable,
se movió otra vez y se transformó en algo invisible,
se movió otra vez y produjo una partícula y partículas,
se movió otra vez y se transformó en un quark,
otra vez y se transformó en quarks,
se movió otra vez y otra vez y se transformó en protones
y neutrones,
y en las doce dimensiones del espacio,
pequeñas bolas de fuego de energía origiaria
trozos lanzados de aquí a allá
en un juego de lucha libre entre partículas,
transmitiendo luz electromagnética
y viajando rápidas, 40 millones de veces por segundo,
hasta donde el pedrusco golpea al agua,
allí es donde empezó el problema,
algo insustancial se volvió algo con sustancia,
¿por qué fue así?
porque algo sin sustancia
tuvo la sensación de estar perdiéndose de algo,
no
lo estaba obteniendo
no lo estaba obteniendo
no lo obtenía,
no lo obtenía,
impalpablemente no obtenía algo
cuando no había nada que obtener,
aferrándose a una idea acerca de la realidad,
desde la potencial infinitud originaria
hasta la realidad del presente,
veinte billones de años más tarde,
me crearon,
me parieron a mí y a mi estúpida mente que se aferra,
me hicieron a mí y a ti y a mi mente que se aferra.
(...)


John Giorno, La sabiduría de las brujas

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