lunes, 28 de junio de 2010

La niña

La niña tiene unos dos años y unas gafas rosas atadas a la cabeza. Me producen mucha ternura las niñas con gafas atadas a la cabeza.La madre sale a comprar tabaco. La niña llora.Quiero abrazarla o llorar yo también, no sé. La camarera se burla. La madre vuelve y echa unas monedas en la máquina tragaperras. Tiene el pelo negro y unas botas blancas. Lleva un jersey de invierno y no es invierno. Cuando lo pierde todo vuelve a su sitio en la barra. Al pasar a mi lado me mira un segundo mientras escribo esto.
Me creo muy especial porque en los bares leo y escribo y no tengo niños a quien atarles las gafas a la cabeza. Sí, me creo muy lista porque tengo facilidad para hacer muchas cosas: para estar en este bar escuchando música tristísima(no me extraña que la niña y yo lloremos), para dejarme acariciar por el periódico, devolver sonrisas a los desconocidos, y sobre todo,una enorme facilidad para pensar en palabras esdrújulas
que se salen de la página
y me dan una paliza
y me dicen que me calle.

4 comentarios:

Ana Pérez Cañamares dijo...

Qué bueno, de verdad.

verónica dijo...

gracias, me encanta que te guste.

Verónica Ruscio dijo...

"Quiero abrazarla o llorar yo también, no sé". A veces entendemos tanto al otro que somos el otro.

Me ha gustado mucho.

Saludos.

verónica dijo...

Gracias, Verónica.